domingo, 12 de abril de 2015

LO PERDIDO.

 mi cerebro se expande, quiere alcanzarte. Tener manos que agarren esa parte insondable.
La parte que escapa y desaparece haciéndote olvidar que ha estado.
La sonrisa despreocupada se tuerce y transforma el mundo en un caos absorbente, penetrante como una violación constante.
Pedir perdón no sirve.
Nada vale excepto lo que vale, aunque lo que vale apuñale la parte que quiere alcanzarte.